Lucio Walter Erazú

Poeta y escritor de temas folflóricos nacido en Metán (Pcia. De Salta) y residente en Salta Capital.

Libros publicados:
* Capricornio (1993)
* Vuela corazón (1998)



Babel

En los desencuentros del amor
en la mesa del salario.
No en el mercadeo
entre el Aymara y el Árabe.
Unos tienen los colores
de otros mares
luces de remotas estrellas.
Otros sentaditos
con la coca en la boca.
Vestigios de explotación
abolengo, penurias y arrogancia.
Todo en una esquina de mi barrio.
Todos los sabores,
las creencias, los idiomas.
Y también los sueños migran
en el brillo irrepetible de sus ojos.


Ciudad

Desbordada por motores y gente
jornadas de tango y rock subliminal
gigantesco reptil de chapa y cristal
Huye profundo, transpira, presiente.
Decididos a dar la batalla diaria
Malabaristas, cantantes y demás
como tiernos enamorados sin más
deciden ignorar la maquinaria.
Emerger entre muchedumbre y cielo
La sonrisa de un niño me distrae
Me pierdo con la moneda que cae.

Pasos automáticos dan consuelo
Por la vereda rueda la esperanza
Y en grises rascacielos; acechanzas.


Un punto en la Bolsa de Nueva York

La esposa puntual en clase de teatro
En el Kinder juega la más pequeña
De una felicidad muy grande es dueña
Él desciende de su cuatro por cuatro.
El bombardero esta bien preparado
En minutos sobrevuela por Gaza
Toma altura, gentil, soberbio pasa
El momento, el lugar todo planeado.
Azules pétalos ruedan inertes
ágil colibrí ciego de infinito
La guerra en el plasma todo jueguito
Caen toneladas de llanto y muerte
diarios y café. Rebeldes de Bagdad.
Obama y el Novel. Pobre dignidad.


Para nacer mañana

Desde hace miles de años
caminamos este planeta,
desde hace años
nacemos y morimos en él,
¿cuántas guerras,
cuantos dolores,
cuantos llantos
vieron los ojos del hombre
a sus alrededores?
Yo pregunto ahora
a estos sabios señores
creadores de este mundo,
arquitecto de lo inhumano:
¿cuando nos devolverán
El amor por el hermano.
Cuando destruirán sus
máquinas de hacer odios,
cuando clausurarán
esas fábricas de miserias,
de enfermedades
de gobernantes gobernados?
Y convoco a los dioses
que pueblan el universo
en esta plegaria humana,
que rompan el silencio
que callen los tambores,
que sepulten la violencia
que establezcan
hoy el amor
para poder nacer mañana.


Cantos del oficio

Canto al acróbata del andamio
que al final de la jornada
hace de espejo el plano de la cuchara.
A doña Elvirita,
siempre me espera con el diario
y su linda sonrisita.
Ella fugaz en bicicleta
va cantando bajito
aferrada de ilusiones.
Con la bigornia canta el herrero
En cada golpe sella para siempre
La promesa de un amor sincero.
Manos torpes y callosas
Son las que acarician
Amor sin palabras
Que actitud mas hermosa.
El soldador con un golpe de cabeza
Hace caer la mascara y florece
un arco inmensamente azul
se vuelve rojo, luego gris
como el hierro, como el hombre.
El hombre de oficio
sabe de jornadas
no de vacaciones pagas.
Al hombre de oficio
la sonrisa de afiche
no lo conquista:
le ronda la idea anarquista.

2 comentarios:

  1. felicitaciones al poeta salteño.
    Gabriel de Colonia (Uruguay)

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  2. Desde Pergamino (Bs.As.) Un afectuoso saludo al poeta Lucio Erazú.
    Exitos

    ResponderEliminar

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