Ketty Alejandrina Lis

Escritora nacida en Santa Fe y residente en la ciudad de Rosario

Libros publicados:
* Imaginaciones (Marymar Ediciones, 1987) - (Poesía)
* Un genio llamado Wolfgang Amadeus Mozart (Grafikos, 1991) - (Ensayo breve)
* Cartas para Adriana (Marymar Ediciones, 1992) - (Poesía)
* Piedra filosofal (Ediciones Último Reino, 1997) - (Poesía)
* Testimonios (Editorial La Luna Que, 2004) - (Poesía)
Inéditos:
* La zona (poesía)
* Líneas de fuga (poesía)


Olvidos

A Rodolfo Walsh in memoriam

Si no nos contiene la memoria
nos derramará el olvido.

En la Casa han sido talados sus árboles jóvenes
yo me miro y callo
yo escucho y olvido.
El siego a la vida recién comenzada
se extiende en galpones y el agua
puede ser goteo de lluvia en los huesos
o humo y dolor de picanas.
Yo escucho y no hablo. Pienso
-por algo habrá sido-.

El paso de ganso brutal de la botas
esconde en sus fauces el hosco
dolido estupor de la sangre
silencia las fosas comunes en islas
tumbas N.N.
y el vuelo de aviones que tiran al río
el miedo atontado de seres humanos.
Los ojos sin cuerpo
se asoman sin pausa a los ojos nuestros
para recordarnos sus niños robados
y aquí estamos mansos
mirando un paisaje
que se nos disgrega más acá del mar
donde negra cae la luz del poniente
sin la razón
con olvido
la palabra sediciente
el tiempo agrandando llagas
el afecto indiferente
la justicia andando entre escombros
inclinada
doblegada
derrotada
olvidando la tortura
con indultos como insultos vergonzantes.
En la Casa han sido talados sus árboles jóvenes
yo me miro y callo
yo escucho y olvido.


Adagio

Todo ha estado mal desde el comienzo -con enojo dijo-
muy mal
en los siete templos todo está torcido
solo en mi cabeza
crece y recrudece la lógica en pétalos
de sándalo olor a distancia y ébano blanquísimo
es basura el hambre y de inmediato
desharé lo injusto.
(Pero de inmediato se le pegó un ala
de acero sombrío
en un hombro).

Vuela sin parar
vuela
en perfecta diagonal
un pie en el aire
el otro sangrando contra las rocas.
Dijo
si el Buen Dios es bueno
serán los seres en llamas
los que impusieron el grito
el vértigo
el ruego.

¿Es azaroso el azar?
No.
Al visitar el cubil
juega a saltar y ecuaciona
todos los lados de un dado.
Entonces
no es una verdad morir
—pensó—
con amar alcanza
si despejaran la incógnita solo haría falta pensar.
Con ojos de brillo ausente
presentes bajo una alfombra
de aceite y sal
se alzó en su centro el delirio y dijo
voy a disgregar mi yo
olvidaré mi yo en mí
y buscaré mi no yo
él sabe dónde estás tú
y de este modo nosotros
sembraremos lirios en los campos
no interesa si los sueños
son un mazazo y el día
es nunca para siempre
o nada
porque nada es mío o tuyo
sino nuestro
y lo nuclear de lo nuestro
es esa luz en la zona
que nos llama.
Taparé con óxido las pupilas
no dejaré que regresen
los hilillos
para pegarse a la boca
abierta a muerte en cal viva.
Debo apresurarme
debo
atornillarme los poros
para que no se desdoblen ni escapen
la reclusión de las zonas.
Uno
dos, tres
cinco giros
cosecharé en los granos la tierra
vendrán las mieses
varas de sombras y luces
que siembran
y nombran.

Ven —me dirán—
el invierno ya no arde
en el jardín ambarino
huele a jazmines diciembre
y en el caer de las tardes
los pensamientos enseñan
a ser amado
y a amar.
Diez
dieciséis
duele tanto.


Jaque

Todo es posible en mí
en ustedes también todo es posible
hasta ese plasma rumoroso de los dioses
entorno de un entorno circulando
en las mañanas tormentosas aunque claras y en las noches
en los atardeceres claros aunque negros y en las noches
en la habitación donde el final se ausenta
porque nunca hubo siquiera el amago de un principio.
No digan nada aunque haya mucho que decir
el sol tiene su propio negativo
ustedes y yo tenemos nuestro propio negativo
y es posible todo aquello que cabe en el dolor
en la estela azarosa de las lágrimas.
Es muda la presencia de esos príncipes de mantos sucios y raídos
apretando en el mínimo mundo personal
ahogando
jaqueando
según la orden que se arrastra en la pared de la pirámide.
El espejo y su marco alcanzan la lámpara de pie
él camina hacia mí y sin embargo
sigue incrustado como siempre en la pared.
Denso este día en su rutina danza
en su rutina retrocede
y en espiral avanza
¿a quiénes hablo sin usar la voz?
¿quiénes me hablan con mi propia voz?
Quizás algún día pueda sondear las grietas y seguramente
ha de haber una fisura de abertura estrecha
donde los límites no se ven porque no son fijos
donde la onda negativa no se escucha aunque pegue fuerte y duela.
Las piedras de los páramos no resignan su quietud
se desquitan a su modo y es el viento del oeste
quien las libera partícula a partícula.
Pero este tema de príncipes y dioses
se sabe es complejo
parece tratarse de un ejército invisible y no sé
a donde habrán partido las armas a mi alcance.
¿Amar lo pasajero? Nunca.
¿Podría volverme atrás ahora
que la masa de espíritus
dinámico y tenaz elemento de lo oscuro
parece aminorarse?
En algún momento yo también podré
en algún momento hacia mí vendré
y las certezas
(esto es cierto)
serán mis compañeras
aunque ahora la pesadez siga girando alrededor de la cabeza.
Abro un libro al azar
apenas si lo hojeo
ojos fuego
ojos miel
ojos que entran por la cerradura y se quedan
ojos cielo que no ven más que la tierra que lo encima.


Sonata en Mí menor

si logro plasmar lo más querido
y sacro ante todo, la poesía,
entonces sonreiré satisfecho a las feroces
sombras, aunque debiera dejar
en el umbral mi voz. Un solo día
habré vivido como los dioses. Y eso basta.
Friedrich Hölderlin

Me gustaría pensar que
tantos ensueños podrían ser verdad
el fascinante hechizo de la luna allá
viajando sobre el agua
pero estoy siempre de pie aquí
sirviendo carne asada y
verduras frescas.

Domingo al mediodía ahí
mar verde veteado de bolero el mar
con gris marrón y otra lomada gris
por la soberbia libertad del sol
durmiendo entre las nubes.

Y así otra vez salto de rana en
verde sereno rumba mar el mar
y yo moviéndome de acá a allá
sin otro medio para ser que ser
cuaderno y lapicera.

Las letras se acomodan con
ruidosa, impaciente soledad
por un ruidoso auto que pasó y se fue
apenas hace un rato y ya es ausencia
mientras la blanca luna es una barca
en el dulce mar
dónde quisiera estar no sé pero seguro no aquí
salando y pimentando.

A lo mejor me gustaría ver un bello ser
un bello ser que esfume mucha luz
bajando de lo alto
si cierta es que bella y esencial y alta es
la luz que busco.

No tengo mazapán para poder comer
poder comer llenar la boca de
estrellas dulces
a cambio un rubí caliente y leve es
el breve vino tinto que también se va
como la vida.

Y pienso que me aliviaría ver la luz
no sé si fuera o si dentro en mí
pero enraizada en algo
para no odiar sentir que no interesa ya
si estoy sujeta día a día aquí
lavando la vajilla.

O a lo mejor quisiera un ser que me hable a mí de mí
que yo le hable a él de sí
que diga qué hago yo aquí
los brazos inmersos en lejía
si es un misterio la belleza del cristal de sal
si es un misterio el calor del sol
si mi presencia inútil banal
pero única en el mundo.

Quisiera hacer de mí un ser con ser
saber cómo se armó y por qué
mi código genético
alzar bajo la voz hasta por fin hallar
el cántaro y su ollero y así entender
causa y efecto.

Abrir sin más mi corazón
gritar
aunque no fuerte
no
gritar despacio y preguntar por qué
por qué razón existe el mar
un mar sin verde mar y con
esta rutina
de andar de un lado para otro
ir
andar y hacer las compras

de levantarme y acostarme hoy
sin esperanzas de saber ningún por qué
si existo realmente en algún lado o soy
si existo realmente en este sitio y soy
dónde el comienzo de la historia
dónde el final si es que hay algún final
si espera andén y tren en la estación
porque no puedo creer que cerca o lejos no esté Dios
para poder hablar con él
porque seguro ha de saber por qué
por qué yo estoy buscando aquí
buscando al ser que duele en mí
bajando hasta sellar la voz
sacando el corazón de un cajón con miel
callando y no saber por qué
por qué razón existe el mar
el mar verde veteado gris
la luna hechizo arriba allá
mirándose Narciso en sí
el sol cambiando el agua de color
el tiempo huyendo con o sin reloj
Mozart y la Sonata en Mi menor
y la rutina
de hoy igual que ayer andar
de un lado para otro sin
que entienda nada
si el mundo se parece a nuestra cárcel sí
celdas individuales sin color rubí
en un entorno de mar sin coral
ni espumas blancas.

Quizá los Andes sean de papel
las flores todas nazcan en abril
y el viento Norte sea helado
porque no sé qué es la libertad
aún no sé qué es morir
pero a consciente lucidez
amo la vida
no importa si en el inicio está anidado el fin
si suena inútil preguntar por qué
por qué esta vida
de andar sin rumbo de acá para allá
atroz rutina levantarme y acostarme hoy
no sé mañana
si toda infancia ya lució y se fue
dónde mis padres han de estar no sé
dónde el jardín con el damasco aquel
por qué razón se esconde de dolor
el corazón en un panal sin miel

Si las montañas nacen en abril
las flores frescas se hacen de papel
si está veteado de bolero y rumba mar el mar
si el día de hoy es más igual que ayer
mañana es nunca y también es hoy
si es un misterio el fin en el comienzo de
si en el inicio está marcado el fin
por qué la vida.


Nureyeb

Resopla el mar
como caballo encabritado
girando
girando
salvajemente etéreo sobre las alas extendidas
quietas
de un águila en planeo.
Resopla el mar
en un tazón de metal
y bailas
delicadamente bailas
y saltas
majestuosamente saltas
mágico tártaro viajando a Irkutsk
todavía suspendido en el líquido nirvana del vientre de tu madre
(¿sabrá el Transiberiano de aquel niño nacido
sobre el rodar cansino de sus ruedas
entre los bosques
y los humosos pantanos del Baikal?)
Caminando de Ufa a Leningrado
fue tu porte
tu soberbio porte ahí
una bolsa de obstinación por equipaje
las puertas del Kirov de par en par abiertas.
Y es tu soberbio porte en Londres
de pie Príncipe Albrecht
Basil volando enloquecido
(tiempo en espera
cerebro y corazón en una misma línea)
añorando el aire
el inconfundible olor de San Petersburgo
las neblinas heladas sobre el Neva.
Es tu porte transparente ahora. Pareciera
pura simplicidad
esa pura maravilla extraída del acero
las puntas de los pies hacia lo opuesto
ángulos rectos
ángulos agudos
todas las técnicas
todo el virtuosismo en ese cuerpo
todo el lirismo en la sola presencia.
Ninguna perfección sublime príncipe del mundo
ninguna
te era ajena.
¿Qué dios te coronó de dones?
¿Qué dios te abandonó
giró su rostro
arrebató la luz sagrada de tus piernas abriendo las esclusas
que van hacia los cauces cavados
en el abismo de sombras de las sombras?
Tus manos hablan
tus brazos hablan
hablan tus pies
y tu cuerpo
y nos dicen
?Miren
Los vientos siempre soplan
y vienen desde el Este.
Toda la perfección de lo perfecto es posible
toda la perfección de la belleza es posible.
El río salió de cauce
y no importa si ahora vago por las deshabitadas tierras.
Ya pasó
pero nada ha pasado.
Yo
estoy aquí.


El corazón es un estado de intemperie

Se necesita un corazón abierto
no cubierto
ante las múltiples
cruzadas líneas fuerza del poema.
No hay razón para humillarse repitiendo
no hay razón para no cambiar de discurso velozmente
si está la cerca
a una distancia corta
en el punto de aliño en que es refugio y cueva.
Todo aquel que se ha bañado alguna vez en la laguna Estigia
y todos nos hemos bañado alguna vez
reconoce su amarga fetidez desde el ángulo más cándido
o más ríspido.
En qué lugar del ser o del planeta
habrá un discurso terso o linealmente claro
que defina la infinitud de la angustia existencial
en la incomprensible finitud de la existencia.
Tocar no alcanza
no
tocar la mano
un dedo
apretar la frente
en el calor del hombro largo de un amigo
no
tampoco alcanza.
Por qué hablar del corazón entonces
como de un músculo que es funcional y late.
Han observado su forma no su fondo.
El corazón es un estado de intemperie
en permanente ruego.
Desatemos de un golpe la piel de la cabeza
pequeño robot
separemos lo vasto de las piezas
arrojemos un poco al viento
un poco a mar abierto
abramos una brecha
aremos con furia en el mejor amor
un trecho de latidos y palpitaciones
¿lo esencial? fue escrito por Pound en sus Cantares
con rabia
bellamente
sin usura
donde el poema
impenetrable mascarón de proa
revela un pozo cargado de sentidos
se sube a su alto faro
configura
transfigura
bebe de su propia majestad
y es fiel vigía.
El corazón es ese estado de intemperie
donde nace y se mece la Poesía
por eso
nada digo si digo que al tronco lo sostienen las raíces.
Todo digo si digo que el poema
aun sin sostenerse
me sostiene.
Sólida
sigilosa hija de la luz
perfil ojos alados inclinándose en un abrazo amparador
se acerca a una brizna del aliento
se retira
vuelve a acercarse.
Y una ranita de agua bebe del cuenco de su mano.


Boca muda

Boca muda
¿boca-fauces al acecho?
no no
muda
muda
labios en doma y aplanados
brazos como las ramas de un sauce
se confunden y beben la savia de sí mismos
todo musgo las piernas.
Impresiones digitales
¿lenguaje del código genético?
¿cifra de herencia de otras vidas?
ni aquí ni allá somos un nombre
solo un número o transparencia en clave.
Corre Anikó, mi niña, corre
y ofrécete a quien te ofrezca más
porque tenemos hambre
los circos con enanos y payasos aún no se inventaron
eso vendrá más tarde
cuando se canse el arte de decir que es para todos
cuando óleos y esculturas
sigan valiendo más que un desdichado
nacido de hembra
loba solitaria y madre
andrajos por galas alisando el suelo
un mar de sal la lengua
de borrachos repletas las tabernas
gritos a granel
pechos y nalgas manoseados
prodigio de cosechas en las eras
en los feudos
mendigos en los campos
y mucho vino en jarras de hojalata
atan con un cordón que dobla las esquinas
la vida a la materia
¿Qué es lo real?
¿este rostro con nombre y número en su documento?
¿aquel otro que se cubrió con pieles de carnero
o ese que bajando el puente levadizo de un castillo de Bretaña
salía a cazar ciervos?
¿perteneció a algún clan
luchando por el mismo ideal de William Wallace
en las montañas de de la vieja Escocia?
¿aulló hasta quebrarse los dientes en la hoguera?
¿usó blusa de fino encaje? ¿gabán de terciopelo?
¿ayudó a preservar algunos alimentos?
hilera de vasijas
dádiva de frutas secas
punta
filo
un puñal
y la muerte negra y loca
construyendo inexorable la explanada.
- Metzadah, todo se ha perdido
nada valió nada ni se purificó el desierto
sólo hemos trazado un círculo engañoso
donde duerme mi cuerpo entre otros cuerpos
pero estoy aún aquí en la planicie
guardando para mí y protegiendo
la transparente belleza de tu aire -
Todo es sueño soñado en la epidermis y por debajo
el cauce es continuado y se deriva
desde el tramo más caudal del precipicio.
Velo tras velos se espesan y recubren
hilos distintos para la misma urdimbre
añorando la luz que fue el principio del principio
la libertad perdida
la inocencia.
Volver la boca muda
¿para qué al acecho?
miren
tenemos todo aquí
tenemos esta lluvia que corre por encima del rojo-lila-rojo
negro-rojo derramándose en los cuartos
a cielo abierto
miren
tenemos nada aquí
y cómo se hace
tierna tierra maternal ajusticiada
contrapuesta al viaje de regreso
entre un cielo de maleza y un oro de melaza
y cómo se hace
si los brazos-ramas hundidos en el tronco de los sauces
bebiéndose las pestilentes aguas de ellos mismos
van haciendo piruetas igual siglo tras siglo
como si ayer siguiera siendo hoy
hoy
bóveda y sol en la misma curvatura
el cielo y la idea de ese cielo
el agua en alfabeto
el alfabeto nadando sobre el agua
¿la carne es débil?
¿a quién se le ocurrió afirmar a manera de un axioma
tamaña tontería?
la carne es por completo frágil frente al tiempo
él sí que se derrumba débil
línea de flotación delgada
hundida en el pasado sin palas ni semillas
sin posibilidad alguna de cosechar las mieses.
¿Y cómo se hace sino dejar muda la boca
ajustar tela adhesiva a los dos párpados
y pesar como quien pesa un fardo
el mar de sal de la agotada lengua?


Madrugada

Un cierto día de marzo
nació
la opacidad de un río subterráneo.
Un globo iluminado bajó hasta la pradera
recorrió palmo a palmo los ríos y los lagos
y en el medio del monte como si fuese un dios
se acomodó el anciano.
Después de mucho andar
vertió gotas de vida en la semilla
hizo un secreto cálculo de cara al horizonte
para zarpar el viento fue propicio
y sin decir adiós se ha evaporado.
Hoy
un raro punto ígneo se reflejó en el agua
a un trazo iluminó la mansa y dulce manzanita de cristal
saltó luego hacia mí
se acomodó con gracia hacia el costado izquierdo de la mesa
y yo
absorta
miré su último destino en la vara que sahumeria.
Una figura transparente parece estar de pie
inmóvil
sobre una piedra hermosa en su pureza
ella se dibujó de golpe y si se observa bien
es una pira
aunque no se consume
no
mira en silencio
se expande en un deseo doloroso de profundo abrazo
llora en silencio
y en silencio espera.
Y he aquí mi queja
anciano que vienes caminando de un lugar
y te vas sin decir adiós quién sabe dónde
nadie al entrar por la puerta de las lágrimas nos dice
que el número de la blancura es uno
y uno también el cuenco de azabache que nos mece.
¿Quién
di quién maltrata sin piedad las ramas
quién no protege los capullos?
De este lado del estanque hubo dos
ahora hay uno
la trama con el tiempo siempre escaso
ya no saben jugar en otro espacio
que en imagen dudosa
a distancia.
Bajo la arcada
una carta aunque breve
se obstina en presenciar la ausencia
de hoy
que no es precisamente miércoles de cenizas
pero Tom tose acodado en la ventana
el muelle es un timbal que percute en las olas
no hay derecho
no hay derecho me digo
más que despierta insomne
casi a las seis de la mañana.
Algunas chimeneas están con su bocaza abierta
son incontables las ventanas de los edificios
y no sé por qué
firme y sólido aquí sigue el destello.
Di anciano
¿la persona que no duerme esta noche
como yo no duermo
será un enfermo de absolutos en un mundo sano
o un ser sano buscando lo absoluto en un mundo enfermo?
La niebla se ha expandido por la casa
diez pisos más abajo alguien silba
diez pisos más arriba alguien
el cuerpo calcinado
no sabe en cuál de los armarios se ha desintegrado el sol.

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