Antonio Cruz

Narrador y poeta santiagueño nacido en Frías, Santiago del Estero, en 1951

Libros publicados:
* 1998 – Catarsis (Poemas de Amor con Esperanza)
* 1999 – Simbiosis (Sonetos, grabados y un regalo) Obra ilustrada por el destacado plástico español Mario Cerón.
* 2003 – Ashpa Súmaj (Poesía Breve - Haikus, Tankas, Sedookas y métrica libre).
* 2003 – Canto a mi pueblo (Poemario)
* 2004 – Panorama del microrrelato en el Noroeste Argentino (Selección de cuentos ultra cortos realizado por la Universidad Nacional de Tucumán – Ediciones del Rectorado)
* 2005 - Aires del Noroeste (Poemario – selección provincial del concurso literario del CFI año 2003)
* 2005 - Poesía cotidiana
* 2006 - Tío Elías y otros cuentos (Selección provincial del concurso literario del Consejo Federal de Inversiones, año 2004)
* 2006 – Desde el exilio hacia Hiroshima (Poemas)


Ars Poética

Si alguna vez la musa
te concede la merced de visitarte
y has decidido
desnudar el alma en versos
no deseches
el sublime esplendor de lo sencillo.

No olvides
que si lanzas en vuelo
algún poema,
ya no es más tuyo,
es propiedad de todos los que leen
y no escribas pensando
en aquellos de intelecto prestigiado;
trata de hacerlo
con la exacta certidumbre
de que cada poesía
es patrimonio universal y colectivo.

No abuses de lo oscuro
procura hallar la luz con tus palabras
y por sobre todo
ten presente
que el único poema que deleita
es aquel que nos conmueve,
nos arranca una sonrisa,
quizás algún temblor inexplicable,
o esa lágrima rebelde
que llena de nostalgias
y perturba el alma.

Quita de mí

Quita de mí
los miedos,
esos miedos
que llegan con la noche
y que muchas veces
habitan mis mañanas.

Aniquila por favor
todos mis miedos;
arranca
toda incertidumbre.

Sé mi Dios y mi patria;
sé mi dogma
mi ley y mi anarquía;
sé mi hogar
y mi punto de partida.

Sé la primera y la última,
la más clara
de todas mis certezas.

Poiesis

Entre la levedad
de la palabra en vuelo
y la rapidez beligerante de la vida
es imperioso
construir nuevos paisajes
con la precisa exactitud del verbo.
La claridad necesaria
del mensaje
resulta inevitable.
¿Dé qué otra manera pueden reconciliarse
el espíritu, el tiempo y la materia?

Es probable que el futuro
tan solo sea un anhelo irredento
hecho poema.

VIII

Era la quietud.
Bajo el cielo incendiado
el aire herido de silencio.
Agonizaba el día en los esteros
y la callada melodía
del crepúsculo
era el preludio del naufragio
total,
definitivo,
nuestro.

Noche

Diagonal y blanda,
acaso con desgano,
la lluvia nocturna
desciende sobre la ciudad
dormida.

El macadán de la calle desierta
se deshace en reflejos.

En algún lugar de la noche,
ángeles y demonios
se disputan
el alma de los hombres.

X

Padre,
no necesito mucho
para nombrarte.
Un mameluco verde con olor
a petróleo
o la caja de viaje
preñada de tesoros.
Quizás la bicicleta
o la sonrisa
siempre a flor de labios
y este recuerdo azul
que me acomete
cuando digo tu nombre.

Óleo de tarde de lluvia.
(Tarde de otoño a orillas del río Lules en Tucumán)

Gris oscuro en el cielo. Terciopelo
ceniciento en las nubes diseñadas.
Pátina gris en tarde clausurada.
Gris sobre gris, pincel, pintor. Desvelo

de tarde gris sobre borroso anhelo.
Agua mansa del cielo y ondulada
agua de río. Sierpe encadenada
a memoria, nostalgia, desconsuelo.

Prófugas gotas. Río fugitivo
en la tarde. Memoria en la ribera,
de otra lluvia, otro río y otra espera.

Llovizna gris sobre árboles altivos.
Mansa el agua del cielo. Sensitivo
pincel. Pintor pintando una quimera.

1 comentario:

  1. Antonio: permítame aplaudir ese "Óleo de tarde de lluvia", que recorre la "tarde clausurada" en grises, los mismos que comparte con la llovizna. Nosotros compartimos este bello espacio y algún soneto. Mi saludo cordial,

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