Marisa Aragón Willner

Escritora nacida en la ciudad de Buenos Aires


Libros publicados:
* El Refugio del Poeta (2001)
* Biografía de un Deseo (2003)
* Memorias del Viento (2009)


Trèmula fuga

Tuve que arrastrar mis grilletes
por la arena de tu playa
Montar la luna nueva agonizante
en las aguas esmeralda
Y escaparme en sus ancas indecentes
como un sueño se escurre con el alba.

Tuve los motivos para hacerlo
y claramente hablando, no fui cobarde
Si escape de la cárcel de tus brazos
de tarde, antes que se hiciera noche
Si fue antes que suceda el rito,
que se desintegre la mañana,
antes que lo supiera el mundo
y se me escape el alma.

No quise compartirte en aquellos paraísos
Ni en los nuevos infiernos que aguardaban
Ni quise tu cuerpo tendido de costado
Ni tu mirada de compasión y piedad entremezclada
Te prefería, si te prefería
Entre todos los seres que me amaban
pero el Amor que te hace esclavo no libera
y muere más de prisa que la luna
cuando se pierde entre colinas pardas

Corrí los riesgos de la vida todos
y hasta el volcán me escupió su lava
Pero no quise perderme entre tus brazos
pertenecer a tu campo de suspiros
a tu profundidad sin fondo
a tu imperio y dominio de sentidos
Ya no mujer, sino esclava

Cuando me pierda de tus arenas claras
y quede la huella volátil de mi alma
sé que al no tenerme ni tenerte, vida
ambos tendremos un semblante de patria
un son de libertad entre los labios,
el dulce gemir de una guitarra
la siembra, el brote, el trigo
¡Y el cuerpo azucarado del racimo
con el nombre del otro en la garganta!.


Azabache amargo

La noche cae,
azabache
su negrura en las calles
los neones se apagan
y las estatuas del sur duermen.

Duermen los Boteros de Colombia,
los Amantes de la plaza en Miraflores,
los Quijotes de la Mancha y
en su fuente Las Nereidas duermen.
ese espacio de sueños
esa pequeña muerte descansa.

Me visita el insomnio con sus duendes
atrapan mis pies, los hielan
congelan mis días y en mis ojos
anticipan imágenes que me calan

No son estatuas sino últimos humanos
con malheridos sueños en la calle.

Su posesión
una pobreza que sacude,
el neón contrario de una estrella,
su carencia
un abrazo que falta,
Soledad
ancla de sus trasnoches
en la desesperanza.

Azabache amargo.
Un vendaval vaga por la ciudad
besa mejillas
lame desolaciones
hasta otra madrugada.

Compasiva
la luna teje con sus lágrimas
una cálida manta.

A veces la mudez desgarradora
del silencio de todos
hace un alto y los tapa.


Para darte a luz

'Cualquier cosa bella es ya un gozo eterno' John Keats

te quisiera dar a luz
a la hora que los labios musitan
su canto de gloria ante las viñas frescas

cuando llego ataviada
de esa segunda piel de los hollejos
y tú llegas ebrio de licores bebidos en mi pecho

A la hora que los temores se disipan en silencio
y se despiertan de César esos, sus Heraldos Negros
quisiera darte a luz entre lirios y cayenas

naciendo , renaciendo
como cálices perfectos , allí darte a luz
con resonancias de libertad
para cumplir mi anhelo
y volará el Quetzal hasta tus sueños
para forjarte en versos

hombre , te quisiera dar a luz
con un ángel para tu voz, sobre todos los silencios.

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