Gabriel Impaglione

Poeta, periodista y escritor argentino radicado en Sardegna, Italia.

Libros publicados:
* Echarle pájaros al Mundo(poesía, Ediciones Panorama- BsAs- 1994)
* Breviario de Cartografía Mágica(poesía, El Taller del Poeta- Galicia- 2002)
* Poemas Quietos(Antol. Editorial Mizares- Barcelona- 2002)
* Otras explicaciones (bilingüe)-Poesía-Editado en España y México (2009)
* Medanales: crónicas y desmemorias-Narrativa-Buenos Aires, 2009
Libros de próxima aparición:
* Giovannía (poesia)
* Parte de guerra y otras anotaciones (poesía)
* Medanales: nuevas crónicas (narrativa)
* Cuentos de arqueros (narrativa)
E-book:
* Todas las voces una voz-Universidad de Educación a Distancia-Madrid-2002
* Bagdad y otros poemas(El Taller del Poeta-Galicia-2003)
* Letrarios de Utópolis(poesía, Linajes Editores-México-2004)
* Cuentapájaros(poesía, en prensa, Taller del Poeta-Galicia)
* Mil ochocientos veinticinco-Editorial Alebrijes-Argentina-Poesía 2008)


I

He intentado desenredar la hora muerta
para liberar el paso, llegar al viento que llamaba
desde un profundo sueño de rosa victoriosa.

En vano todo oficio pareciera
en este siglo de ilustrísimos venales.

Es ahora o nunca me digo mientras tanto
el amor empuña su metáfora.
Ahora o nunca que viene del luto.
Insurrecta sangre que tambor, reclama.

Y te amo Patria, con dolor rabioso
y con melancolía
con tus niños descalzos y tu luna caída,
con todas tus muertes y tus deudos.

Con los huecos en el gran almuerzo
con tus surcos destejidos Nuestra mía
con todo lo que no viene y lo que sucederá
con tu cereal un día y viento puro.

No puedo no dolerme, no morir de palabras
inútiles, de cicatriz impotente de rigurosa
pasión desangrada.

Es de nuestros hijos
la hora que ahora... llama inextinguible.
Es mi boca en cualquier parte la que cae
y enciende un crepúsculo en la calle ocupada.

Es este siempre de siempre y siempre
repetido en su silencio que conmueve.

Relámpago a veces
en la oquedad del tiempo que punza,
raspa la herida y nos despierta.


Sobre la ceguera

Qué el viento quieto en la veleta,
la aurora en ángulo oscuro,
una palabra
que se retuerce en las manos.

El silencio clava por la espalda
puñal de hielo
y ríe cuesta arriba
la calle que baja con todos sus muertos.

Allá en la cima hay una guerra.
Violentas humaredas violetas.
No es día ni es noche, es guerra.

En la dulce llanura elegantes escribas
persiguen mariposas con sus plumas
de cazar metáfora.

De matar metáfora.


Alegres pelucas empolvadas
que giran en el salón
al ritmo de la gran caja registradora.

Nota: Versos no dedicados a las honrosas excepciones, Poetas tierra fértil, verso en ristre, plenos de ojos y memoria amando en defensa propia.


IX

Entre tú y yo un golpe de encrespada marea
un festín de campanas un revuelo de pájaros

Agitadas las horas en vórtice infinito
vuelven a su cauce y nosotros vencidos
victoriosos nacemos otra vez y otra exhaustos todavía

Redimimos el cuerpo retorna cada boca
mientras en el límite de uno y del otro
intangible confín marearena
trazo invisible de sustancia común
emergen las primeras extraviadas palabras mínimas
esculturas objetos con su luz formas confusas
simples fosforescencias con tu nombre


XXXVIII

Se deshora la noche
como si un otoño repentino
lloviera mansamente.

Aquí estamos tú y yo
aunque solo, en la orilla
del día cavo en la palabra
buscándote una flor
la pequeña maravilla
que te nombre
que te diga simplemente
luna de agua o ala nueva.

Se deshoja mi hora medianoche,
media oscuridad medio sol
que llega
mientras dormida inventas
otro país de aurora
que triunfa una y otra vez
en un ciclo eterno.

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