Marta Pimentel Álvarez

Escritora nacida en Paraná, provincia de Entre Ríos.

Libros publicados:
* Desde todos los cielos
* Gabriel, el enviado
* El eterno ausente
* El vértice de las cosas
* De las simples cosas
* Los versos de Juana


- De arena y ríos -

Hoy, te siento
arena y río.

Te he perdido
Como el canto pierde el ave
en los oídos.
Como el agua fresca el pozo.
El camino el peregrino.

Te he perdido nuevamente.
Con cerrojos lleva mi alma
el cuerpo al desvarío.

Te he perdido
Como el rezo pierde el santo;
la hostia al arrepentido.
Como en ráfagas ligeras,
el hastío, a las hojas que ha vencido.

Tardes eternas sin rocío,
¡Muero entonces, en primavera!
Siento abismos...
Cae en mí la nieve negra del destino.

Arena y río,
¡no dejes que yo muera ahora mismo!


Mientras... ¿dónde estabas?

He lamido otra piel
mordido otro cuerpo,
Purificado otra alma.
Me he consagrado en alabanzas
Sobre otros abismos.
He llegado al Olimpo
Entre otros brazos.
He contemplado mi rostro
En otra mirada.
He mirado otro cielo infinito,
mientras...
¿Dónde estabas?



Los silencios

¿Seré yo? – me he preguntado.
- ¿Seré yo,
quien suspira a tu lado,
y respira tu perfume abandonado,
allí, en los pasillos,
y en las siestas? -

- ¿Seré yo, quien
delira únicamente? –

¿Será tu aliento ingenuo
un adelanto? –

- He perdido la noción de esta caza,
Me han cazado
Los silencios que me pierden –


El tiempo


Te busco en las hojas
Justo debajo del duraznero en flor
Como si fueras a parir la
Primavera en ti.

De pronto
En un instante
Pendiendo estás en el Universo.

Apenas de partir nos hemos ido
Apenas de llegar hemos llegado.
Has caído fuera del follaje de los árboles

Una leve brisa se ha llevado
Un azahar marchito.
Durazno maduro ya expande su carruaje.


Sin ataduras

Hace tiempo
el latido de la tierra se detiene
el sol oscurece
el mar se embriaga de ríos leoninos
los pájaros miran por detrás de mis pupilas,

Hace tiempo que vigilo para adentro
Y me observo emigrante
Y me hablo
Y me digo, y me enfrento.

De repente ya no estoy,
no existo como antes.
la piel se intoxica con la verdad
donde habita la que soy.

Hace tiempo que me exijo no exigirme
Y vuelvo en mí,
Sin ataduras
Hallándome como siempre,
Como cualquier día de estos.


G.A.Bécquer – ¨ …poesía eres tú. ¨ -

La metamorfosis
(de mujer a poesía)


I

Hay una mujer que me succiona
El alma
De los pies a la cabeza
De puro sexo, de puro versos
Entra a mis venas, las transita.
Y se va como una ave de rapiña.
Es un ser envuelto en celos.
Una hembra de yeguarizos.
Viene a mí, engendra el hambre
Deshilacha mis sentidos.
¡Esa mujer es un descaro!
Toda volcán enciende los latidos.
Es de agua y fuego penetrando
En cada espasmo mis delirios.
Sin cauces ni señales
Entra y sale, dá lo mismo
Embaraza en cada aleteo
de suspiros.
Desfachatada y excelsa
deja mi cuerpo henchido
de palabras cuando escribo.

II

Toda ella es
Un monumento a la vivido
Tiene el áurea de los ángeles
Vuela invisible en el camino
Es de todos y es de nadie
Como el vino con que brindo
Sabe a sabios milenarios
De la ciencia de los vivos
Y es dueña del invento
Que hace al hombre
Fiera y niño
Es la pluma más ligera
donde brotan duendencillos
Y recita a los vientos:
el sortilegio del poeta.
Como cántaro y piedra
la defino
Ellas es más: alma elocuente
Yo destino
Ella toda poesía
Yo delirio
Ella cielo tierra árbol
Yo sendero des prolijo.

Hay una mujer succionándome
el alma sin motivo
Yo escapo de sus redes, y me inca
Junta ella por las noches
Cuando escribo.
Extraídos de: “Los Versos de Juana”

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