Natalia Cuevas
Joven escritora y profesora en Letras nacida en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires y residente desde su infancia en la ciudad de Formosa, provincia del mismo nombre.
Libros publicados:
* Secretos de mar y río
Desde el dolor
Túneles de niños ya sin voces
y cada vez más lenta algarabía,
se rozan con la angustia de esta
no palabra...
con este síncope
del no poder decir,
y el manso papel
como una ofrenda
aceptando la demanda,
abriendo su cuerpo blanco
a la expresión
de estas manos que ahora
no se callan...
se han fisurado entre las espinas
de la piedad
escuchando solemnes el grito
y la matanza
se han fisurado entre
los falsos himnos
de tantas bocas pedófilas
recubiertas de plegarias.
Selvas de injusticias
cayendo entre las calles
buscando sepultar
algunas legiones de caras...
dioses que ya no miran
ni de costado ni de frente
ni de espalda
y sobre la mesa, sin luz,
mi antigua caja de Pandora
con toda la fe del mundo
que se me ha trocado
en daga.
Eso
Nada más que grutas
con imágenes del escarnio
son las que me observan
en este desatino...
una violenta curva
me detiene
y es tu geografía parte
de un suspiro
que guardé reverente
entre mis culpas
algún mediodía
de algún domingo.
Si tan humana me percibí
en el refugio de tu no olvido
tardes y tardes después
entre tu voz y tus giros,
no quiero exiliar
a esta humanidad,
la quiero de pie
y conmigo.
Pretérito
Trasnochada y fúnebre la pasión
evoco en alguien los símbolos
de algo tuyo...
espléndido delirio
el de pensar que el no pensar
permite al hombre romper
los eslabones con lo suyo...
palpitante raíz que se subleva
y al árbol todo envuelve
en su murmullo,
somnolencia antigua como el mal,
que va decapitando
lo profundo...
anhelos torpes, humanos,
de abrir estrechas ventanas,
mirar decrépitos rumbos,
para luego fingir que el pretérito
es algo relativo en este mundo...
¡no!..es certero como un gran lunar
que en la vida nos injerta
el infortunio,
es certero como esa muerte
rompiendo el pedernal
de un hombre justo,
tan certero como todo
lo que dimos,
y no puede contenerse
en ningún puño.
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- enero (144)
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