Escritora nacida en Buenos Aires, en 1956
Libros publicados:
* Su voz en la mía (ed. Corregidor), 1982
* La Tañedora (ed. El Imaginero), 1984
* El Atavío (ed. El Imaginero), 1986
* Notas Salvajes (ed. Argonauta), 1989
* Canción del Precipicio (ed. Grupo Editor Latinoamericano), 1994
* El comienzo
no me dijeron que hacía frío
que apenas se sostienen mis oleajes de fuego
aquí donde mis días contados yo canto
en el frío brillante
mientras se están moviendo nuestros nombres
hacia el fondo
a medianoche
el mar se acuesta sobre mi rostro
mis viejas alas negras
me dijeron que aquí no he llegado
que deambulo con la cabeza decorada
por el sollozo de mi reino
desde que me sentaron en las rodillas de la luna
frente al mar
para que yo cante hasta que pueda
hasta que nadie me encuentre
en el precipicio de mi voz
hasta que apoye sus profundas alas
mi corazón
Madre
mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol
La orilla
ninguna palabra se acerca
pero mi caballo galopa en la sombra
deben estar allí los rostros las manos
debe estar allí la voz que levanta el agua la mañana
debe estar allí el que canta adentro de las palabras
no voy a pedir auxilio mi caballo galopa en la sombra
es difícil saludar a los niños
cuando falta un sonido
el ladrón huyó con el Comienzo
y bellas mujeres se beben el agua de la verdad
tras ellas el rumor del pasto es un destino
ninguna palabra se acerca
bambúes miedo vidrios
mi caballo galopa en la sombra
entra y sale de la gran muralla
aquí falta un sonido
pero hay una luz de viajes antiguos
en el pelo de los toros
los hombres de este siglo ya se fueron
grandes pantanos murmuran sus nombres
hay un tambor oscuro en la orilla lenta bailarina
de mi otro cuerpo tu pálido vestido sin rumbo
tu hijo alzado sobre las fosas y las fronteras
falta un sonido
falta ese sonido
y todo será arrojado al mar
hasta que el mar se seque y amanezca
que apenas se sostienen mis oleajes de fuego
aquí donde mis días contados yo canto
en el frío brillante
mientras se están moviendo nuestros nombres
hacia el fondo
a medianoche
el mar se acuesta sobre mi rostro
mis viejas alas negras
me dijeron que aquí no he llegado
que deambulo con la cabeza decorada
por el sollozo de mi reino
desde que me sentaron en las rodillas de la luna
frente al mar
para que yo cante hasta que pueda
hasta que nadie me encuentre
en el precipicio de mi voz
hasta que apoye sus profundas alas
mi corazón
Madre
mi madre es suave como un campo de maíz
pero a veces se oscurece
entonces me siento sobre una piedra
para que me trague el sol
La orilla
ninguna palabra se acerca
pero mi caballo galopa en la sombra
deben estar allí los rostros las manos
debe estar allí la voz que levanta el agua la mañana
debe estar allí el que canta adentro de las palabras
no voy a pedir auxilio mi caballo galopa en la sombra
es difícil saludar a los niños
cuando falta un sonido
el ladrón huyó con el Comienzo
y bellas mujeres se beben el agua de la verdad
tras ellas el rumor del pasto es un destino
ninguna palabra se acerca
bambúes miedo vidrios
mi caballo galopa en la sombra
entra y sale de la gran muralla
aquí falta un sonido
pero hay una luz de viajes antiguos
en el pelo de los toros
los hombres de este siglo ya se fueron
grandes pantanos murmuran sus nombres
hay un tambor oscuro en la orilla lenta bailarina
de mi otro cuerpo tu pálido vestido sin rumbo
tu hijo alzado sobre las fosas y las fronteras
falta un sonido
falta ese sonido
y todo será arrojado al mar
hasta que el mar se seque y amanezca
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